Una consulta muy frecuente en mi consulta es: ¿qué pasa con los
trastornos del aprendizaje que no se han trabajado en la infancia? ¿qué
repercusión pueden tener en la adultez?
El trastorno de déficit de atención, con o sin
hiperactividad, genera consecuencias cognitivo conductuales que parecemos tener muy identificadas en
los niños: aquel que no presta atención en clase, el niño “revoltoso”, el que
siempre se mete en problemas… pueden sugerir un posible TDAH. Pero, ¿qué pasa
cuando es un adulto el que presenta un trastorno de la atención?
En adultos, la incertidumbre que puede generar el tener
despistes constantemente, el notar que hay dificultades a la hora de seguir el
hilo de una conversación en grupo, el cometer errores constantemente en el trabajo…
genera un estrés a largo plazo difícil de solucionar, además de problemas de
motivación, frustración o agotamiento.
Algunas pautas de necesaria aplicación al día a día, son:
·
Establece
una rutina de aquellas actividades
que necesariamente tengas que hacer en tu día a día.
·
Haz
una planificación de aquellas otras
actividades no obligatorias, pero que te gustaría llevar a cabo. Anótalas a
lápiz, para que fácilmente las puedas modificar.
· Cumple
tu planificación e intenta no postergar
cosas importantes. “Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”, conduce a
olvidos frecuentemente en adultos con TDA.
· Puedes
ir dominando poco a poco tu impulsividad
si vas haciendo pequeñas pausas que te permitan pensar si lo que vas a hacer o decir
es buena idea.
·
Evalúa
el tema de conversación en un grupo
antes de hablar. De este modo, harás comentarios apropiados al momento.
Hablar de tus dificultades con otros adultos te puede ayudar
a ir superando poco a poco el estrés de verte limitado.
Recuerda, antes de aplicar estas pautas, que llevar a cabo
una rutina lleva algún tiempo. Si quieres ponerte algunas, tendrás que ir
practicando.
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ResponderEliminarEl trastorno de déficit de atención, con o sin hiperactividad, genera consecuencias cognitivo conductuales que parecemos tener muy identificadas en los niños: aquel que no presta atención en clase, el niño “revoltoso”, el que siempre se mete en problemas.