jueves, 19 de abril de 2012

La música y la vejez.

Saber tocar la guitarra, el piano, u otro instrumento musical puede fortalecer el cerebro del músico de tal modo que esa robustez extra compense algunos efectos nocivos importantes que el envejecimiento ejerce sobre las capacidades cognitivas. Esto es lo que indican los resultados de un estudio llevado a cabo por el equipo de Nina Kraus en la Universidad del Noroeste, Estados Unidos. Que se sepa, este estudio es el primero que aporta evidencias biológicas de que tocar música con cierta frecuencia y a lo largo de la vida tiene un efecto beneficioso sobre el proceso del envejecimiento.

Los músicos de la tercera edad no sólo superaban a la gente de su edad sin formación musical, sino que además eran tan veloces y precisos en la codificación de estímulos sonoros como los jóvenes sin formación musical.

Saber tocar un instrumento musical sirve, por supuesto, para interpretar música. Pero también aporta muchas otras habilidades a la persona que ha recibido dicho entrenamiento musical, por ejemplo en áreas como el lenguaje, el habla, la memoria y la atención. En años recientes se ha sabido que el cerebro del músico realza selectivamente los elementos portadores de información presentes en los sonidos.



Artículo de Noticias de la ciencia

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