La estimulación cognitiva es una técnica neurosicológica que
busca potenciar o mejorar la capacidad mental de una persona en
cualquier etapa de la vida.
Así, la neurociencia ha puesto de manifiesto la existencia
de periodos críticos donde la plasticidad
cerebral se hace más evidente; la infancia, especialmente las edades de
Educación Infantil y también de Primaria, son etapas cruciales. De ahí la
importancia de disponer de recursos y materiales de estimulación cognitiva para
niños que contribuyan a mejorar las funciones cognitivas anteriormente
señaladas.
Para que la estimulación cognitiva sea una herramienta útil,
primero hay que establecer qué funciones cognitivas pueden beneficiarse de un
programa de intervención. De este modo, la evaluación se convierte en un
primer paso fundamental.
Aunque la evaluación nos ayuda si queremos proponer un una
intervención de neurorehabilitación, hay otros programas que estimulación
cognitiva que buscan la estimulación de las capacidades que se empiezan a
desarrollar en los más pequeños o que se utilizan para que los más mayores de
la casa puedan mantener su “cerebro activo”. Tanto unos como otros, pueden
beneficiarse de los cada vez más extendidos ejercicios de “gimnasia cerebral”.
Hay en la actualidad numerosos programas de estimulación
cognitiva que, a modo de juego, consiguen resultados positivos con los más
pequeños. Bien empleados , ayudan también a que la adherencia al tratamiento se
haga de la forma más natural posible.
¿Qué mejor manera de aprender?
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